2 mar 2011

Palomos cojos.

Si fuera político me levantaría todos los días con una enorme responsabilidad. Salvaguardar los derechos de una comunidad no es tarea fácil. ¿Pero para eso sería político, no?

Si fuera político sabría que el artículo 14 de la Constitución reconoce a todo español como igual ante la ley y que el 18 garantiza el derecho al honor, incluido el de los palomos cojos, a pesar de que el artículo 20 permita a ciertos alcaldes denigrar a un colectivo pasando por alto que en su punto 4, establece que la libertad que mi alcalde tiene para llamarme palomo cojo se ve limitada por el respeto a mi derecho al honor.

Siendo un gran político jamás hubiese llamado chascarrillos a algo que todos entendemos que era denigrante. En la RAE se recoge como vejaciones. Pero da igual. Achaquémoslo a una mala interpretación de unas risas de fondo y del tono irónico de las palabras en una charla distendida.

Si de mí dependiera, y en mi puesto de privilegio, las rectificaciones no se pedirían. Se exigirían. Como la mujer violada exige que se haga justicia. Como la mujer exige la igualdad de género. Exige. Nunca pide. Se pide el pan en la panadería. Se exige el respeto a un colectivo excluído por la sociedad.

Si el alcalde de mi ciudad entendiese que ser gay es una opción, me plantearía marcharme al extranjero, a una isla desierta donde no temiera que me pusieran electrodos para curarme. No sea que la genética falle por una vez.

Pero si por una vez, si una sola vez tuviera la oportunidad de ser político, dimitiría por la incapacidad de asumir que este mundo nunca dejará de ser una mierda.



2 comentarios:

  1. El alcalde ese de Badajoz es un imbecil integral!!
    Seguro que en su familia mas cercana tiene algun que otro "palomo cojo" pero ese pasa desapercibido o es "invisible". Pues mira alcalde fasciston, si no te gusta nuestra pluma te la vamos a clavar en tu puto "ojaldre", a ti y a todos los que son de tu puñetera calaña. VES-TE'N A LA MERDA!!
    SaludoS mariconiles desde València a tod@s l@s pacenses.
    Juli Mekànika.

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