9 mar 2017

Moonlight

Yo hubiera preferido que hablara de Thor, pero bueno, enseñaré brazaco.
Hace unas horas he visto la nueva película de culto gay, catalogada como una bella historia de amor atemporal con una imagen rompedora que nos hará llorar a moco tendido. Además viene con un premio Óscar a la mejor película, por delante de bodrios infumables como La la land, La llegada, Hasta el último hombre o Figuras ocultas. Y no me cuesta reconocerlo, yo he llorado con Moonlight, he llorado mucho en el cine con esta película.
Dramatización: Yo llorando en el cine.
Y he llorado por sentirme estafado, porque aunque he ido el día del espectador, los 4,40€ los podría haber invertido en comprar alcohol barato y haber pillado un pedo enorme seguido de un posible coma etílico, el mismo coma que han tenido que sufrir los guionistas de esto. Lo peor de todo es que ya me olía mal. La crítica del Sr. Cine (El octavo pasajero, el mejor programa de radio sobre cine) no había sido muy buena y no escuchaba nada que me hiciera pensar que podría estar bien. Pero el brilli brilli de los Óscars me cegó y decidí darle una oportunidad.
Este es Óscar y él me recomendó ver Moonlight.
Para empezar no es un drama gay como se está diciendo. La poca historia que cuenta es más sobre un barrio marginal que acerca del rollo lgbt. Que vale, que hay un par de maricas, pero si los cambias por personas con asma pues no cambia la cosa, con lo que deja claro que el tema homo no es lo principal. Además es una historia muy lenta, sus casi dos horas de metraje (es un decir, que hoy en día las películas vienen en discos duros u otro sistema de almacenamiento de datos) se hacen pesadas y lo de ponerse en plan «cine de autor» con esos planos fijos y musiquita de fondo y actor mirando al infinito con pose de intensito, pues como que no ayuda nada.
Cara de intensito, aunque en este caso no me hubiera importado que esas escenas duraran mucho más.
Y ya que estoy con la historia, hay que decir que apenas se cuenta nada en este film: chico con madre complicada, en barrio marginal, con problemas, que encuentra un hombro amigo en ese caos y que además es gay lo hemos visto mil veces y mejor contado. He tenido la sensación de que ha intentado copiar Boyhood, pero no le llega ni a la suela de la última persona que compró una entrada de esa cinta.
John de Texas, el último que compró una entrada para ver Boyhood. Por desgracia no tiene canal en XTube.
Pero no todo es malo, y lo bueno tiene nombre: Trevante Rhodes. Creo que es el mejor actor que he visto en mucho tiempo, se nota que es un actor de método. No tengo palabras para describir a semejante actorazo.
Es el negro, el otro es un blanco random con gorra que no importa a nadie, aunque tiene buenas piernas y un bañador cuco.
Este vídeo que he puesto es todo su papel en la película (nota para los más cortitos: no hay ningún video), está claro que es un gran actor y que despierta pasiones (y alguna erección, como el momentazo tumbado en la cama con gayumbos monos). Pero por ponerle una pega a este pedazo de actor es que su six-pack se parece mucho a la máquina de teletransporte de La mosca.
Pregunta ¿he puesto una ampliación de los abdominales del chulazo de antes o un fotograma de La mosca? Imposible saberlo.
Eso es todo, otra película con etiqueta gay que no cuenta absolutamente nada interesante y que será olvidada antes de que acabe el año. La cagada de los Oscar no ayudará a su recuerdo pero tendrá mucho recorrido en las diferentes muestras de cine lgbt que la acogerán como una obra maestra y recibirá el aplauso de mucha gente que no tiene buen gusto ni criterio, o simplemente cree que hay que apoyar todo lo que sea gay porque sí.
¡Saludos!
Y así es cómo olvidaré Moonnosequé.

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