Facebook es un patio de vecinos. Eso lo sabe todo el mundo, excepto los políticos, que lo consideran un medio válido para tomar contacto con sus votantes y hacer campaña. Hasta aquí todo perfecto, salvo que muchos de estos políticos saben de internet lo justito, para ir tirando. A veces ni eso.
Y es que hace dos meses Celestino Vegas, el candidato a la alcaldía de Badajoz por el PSOE, me admitió como amigo. Así pude conocer de primera mano y minuto a minuto cada paso y acción del mismo. Interesante y cercano. Chapó. Se molestaba en contestar los mensajes de los amigos que escribían en su muro, y yo estaba entre ellos. El problema surgió cuando empezaron mis comentarios, mis críticas y mis posts indignado por las acciones u omisiones que veía en la actitud de Celestino.
Al Sr. Vegas no le han parecido lo más adecuados para su facebook y después de unos cuantos rifi rafes, adiós a la amistad. Una patada en el culo bien dada. Hasta ese momento hubo críticas y explicaciones por ambas partes. Y al final lo que queda es un veto. Veto a la amistad. Un veto por discrepar en las opiniones. Una patada, ya digo.
Pero los políticos ven internet como otro mundo, diferente del real. Las noticias no se ven en facebook.
Solo unas horas antes de mi veto, el Sr. Vegas daba un titular para los periódicos: "Celestino Vegas califica de “desprecio a los vecinos” el que Celdrán no quiera debatir ". Y en éstas digo yo que no llegando a la excelencia del Sr. Celdrán, ¿Celestino querrá que califiquemos de la misma forma como "desprecio a los internautas" mi exclusión de su club de amigos?
Este titular venía por la falta de asistencia de su rival ideológico en el primer debate de precampaña organizado por Canal Extremadura Radio, en el que expresó que: “Mi lectura de la negativa de Celdrán a no debatir es bien sencilla: no tiene ganas. Pasa de todo. No le interesa." A Celestino Vegas tampoco le interesa debatir en facebook...
Después de todo, uno de los argumentos que insinuó durante mis chats en facebook con él, fueron que no sabía con quién estaba hablando, puesto que no tengo nombre real en el mismo. Como si mi opinión fuera más inteligente por tener escrito Pepito Grillo o Albert Einstein en el nick. Facebook no obliga a poner nombres reales, pero si buscas que tus antiguos compañeros de clase te encuentren, sería lo lógico. No es mi propósito. Tampoco el de Celestino Vegas.
Pero qué cosas. En éstas que entro en la página web del PSOE y me voy derecho a sus principios e ideales, y leo: "Somos un Partido de progreso al servicio de la ciudadanía, abierto a la participación de hombres y mujeres que expresan sus ideas, sus preocupaciones y que buscan soluciones. Somos un partido transparente, abierto a los cambios, a la evolución y a la innovación. Que cree y practica otra forma de hacer política: la que se entiende, la que es participativa, la que es próxima a los ciudadanos y las ciudadanas, sensible a sus problemas y deseos."
Evidentemente se abren a tu participación si muestras tu DNI, sobre todo en las urnas con un sobre votando al PSOE. Practican una política participativa, pero será sensible a tus problemas y deseos siempre que estén en consonancia con sus problemas y deseos. Y juro que participé y expresé mis deseos. Quizá me faltó ser más sumiso y lameculos. Así el ciudadano Vegas me hubiese puesto un "Me gusta" en mis borreguiles comentarios.
Así que decidí escribirle un mensaje privado a mi candidato socialista para pedir explicaciones y explicarme, no esperando respuesta puesto que si no quería ser mi amigo, tampoco querría hablarme más. Pero no, recibí una respuesta cordial, políticamente correcta. Tanto que casi vomito la hipocresía por los cuatro costados.
Yo sé que ser político es duro. Hay que mentir, morder y a veces hasta decir la verdad para conseguir votantes, incluso a algunos les duele tener que dejar de viajar en business class y hacerlo en clase turista ocasionalmente para seguir trabajando en unas condiciones mínimas.
Me duele ser un número y que me tomen por idiota. Me duele que me expulsen de un sitio para evitar el diálogo, aunque este diálogo sea duro y agrio para ambas partes. Me duele la hipocresía. Y quizás lo que más me duele es el silencio de quienes podían haber aportado cierto apoyo y no lo han hecho.
Voto en blanco Sr. Vegas. Nos vemos dentro de cuatro años.