Si alguna vez viajo a Brasil (acepto donativos o incluso limosnas) lo primero que haré será buscar en sus playas al gordito de "quero +". Supongo que es un vendedor ambulante de helados que te ameniza la mañana con sus alegres tonadas, y aunque no canta muy bien que se diga, es tan absolutamente sexy moviendo ese cuerpecito y esos brazos de levantador de pesas, que no queda más remedio que comprarle todos los helados que lleve en la nevera y luego raptarlo para ponerlo mirando a Calatayud.
En Brasil siempre quieren más. Pónganme dos como éste por favor. |
Mirad cómo mueve los bracitos.
Mirad cómo nos calienta. Pedazo de guarrilla.
Decepcionado porque ya no le quedan helados al gordito. |
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