6 dic 2016

Gafapastas y oserío... ¡Venid a escuchar a Rocío!


Históricamente los osos hemos sido uno de los mayores adalides de la historia en lo que respecta a la música:
Brahms, sus danzas húngaras eran los rompepistas en 1865.
Albéniz, su legado ha influido notablemente en Yurena y Leti Sabater.
Jean, es muy guapo y es el único al que aún puedo tirarme, por eso lo pongo.
Todos ellos son genios que llevamos en nuestro corazón y cuyas tonadas suenan en nuestros iPods continuamente, pero que por desgracia no siempre logramos llegar a entender bien, ya sea porque nos hemos confundido y hemos cogido el iPod de un gafapasta absurdo, o porque no hay suficientes woofs y grrs sonando de fondo.
Pero tampoco pretendemos pecar de soberbios ni hablar de bandas míticas y sobradamente conocidas como Hüsker Du, Young Marble Giants o Corrosion of Conformity cuyos acordes forman parte de nuestra vida diaria, y por tanto sería tomaros por ignorantes y para nada es nuestra intención.
Por el contrario, lo que pretendemos hoy es, como decíamos al principio, que las nuevas generaciones osunas aprecien el valor de lo rancio y puedan comprenderlo para no rechazarlo de antemano sin tener al menos una voz crítica y objetiva que les guíe por este mundo de postureo.
Si, ya sabemos que lo normal es hacerlo porque no es mainstream ni se habla de ello en las tertulias más intelectuales y selectas, pero es tan aburrido tener que estar al día de lo último en arte y decir que un váter colgado del techo es cool...
En definitiva, de la misma forma que los nietos en su día enseñaron a sus abuelos a interpretar loq dcn ls mjs d txt xa aorrar tmpo y evtr sabr de grmtik, nosotros vamos a mostraros cómo interpretar un clásico entre los clásicos... ¡La gata bajo la lluvia!

Empecemos disfrutando la actuación de la maravillosa Rocío Durcal:
«Amor tranquilo no te voy a molestar
mi suerte estaba echada ya lo sé
y sé que hay un torrente
dando vueltas por tu mente»
En el año 81 la gente era muy cariñosa, no había whatsapp y la gente hablaba con otros a través del sonido que emanaba de sus cuerdas vocales. Muy vintage, la verdad.
Fijaos que cuando dice "tranquilo no te voy a molestar", es lo que viene a ser hoy en día dar a alguien la brasa a través de las apps de folleteo para que te desbloqueen las fotos o te cases con ellos. Amor al primer pollazo lo llaman.
Luego dice "sé que hay un torrente dando vueltas por tu mente". Es decir, si estás en el growlr es porque buscas polla, así que venga, que sé que tienes un calentón del quince y yo te lo quito (a base de acosarte para que me dejes ver tus fotos privadas... ¿Véis como todo concuerda?)
«amor lo nuestro solo fue casualidad

la misma hora el mismo boulevard
no temas no hay cuidado
no te culpo del pasado»
En este párrafo el autor de la canción hace referencia a que el chaser se ha tirado dos horas persiguiendo a un gordo hasta que lo ha visto entrar en un bar y claro, ¿qué casualidad no? Y cuando dice "boulevard" si buscáis en el diccionario (google) os saldrá que una de las acepciones es "cuarto oscuro", de ahí que la letra suelte que "no temas no hay cuidado" porque ahí lo menos que vas a coger es ladillas y total, para qué preocuparse. Y termina con "no te culpo del pasado". Claro, si es que le da igual que se haya zumbado a medio cuarto oscuro antes, él solo quiere descargar y pirarse.
«ya lo ves la vida es así
tu te vas y yo me quedo aquí
lloverá y ya no seré tuya
seré la gata bajo la lluvia
y maullaré por ti»

En estas cinco líneas lo único que trata de hacernos entender el letrista es que finalmente al chaser le han mandado a la mierda por cansino, y el pobre tiene que volver a casa sin correrse, que eso fastidia bastante, y se pone a llorarle a sus amiguitos de facebook que eso no se le hace a él, cual una niña consentida.
«amor no sé no digas nada de verdad

si ves alguna lágrima perdón
ya sé que no has querido
hacer llorar a un gato herido»
Continuando con la canción, lo que se nos explica ahora es que a pesar de todo, el chaser sigue con un calentón del trece (y con unas ganas de vengarse que no veas, que de eso también saben mucho los despechados) y al encender el móvil se da cuenta de que el gordo está conectado y le manda un mensaje para darle pena en un ejercicio de patetismo sin límites. "Ya sé que no has querido hacer llorar a un gato herido"... Pues claro que no, si ni siquiera sabe que existes. Si para verte habrás tenido que pasar dos veces por delante suyo...
«amor si alguna vez nos vemos por ahí

invítame un café y hazme el amor
y si ya no vuelvo a verte
ojalá que tengas suerte»

Finalmente somos espectadores del ascenso y la caída a los infiernos de otro pobre desesperado que usa la estrategia de dar pena para despedirse, viendo que todo está perdido. Eso sí, como te vea por la calle y te descuides te la mete.
Como curiosidad cabe decir que el autor iba a incluir estas lineas en el tramo final de la canción:
«Que llames amor a tu tía
y como me sigas dando el coñazo
te llevo a comisaría»
Desconozco las razones por las que no aparecen en la edición final.

El resto de la canción es el estribillo ya explicado anteriormente, con lo que aunque sea por esta vez, ya podéis entender uno de los clásicos más chéveres de la literatura musical del siglo XX.
No nos lo agradezcáis, siempre nos ha parecido una obra de caridad instruir a los más desfavorecidos :-)

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