7 jun 2016

Cosas bonitas sin las que la vida sería una caquita

Las personas somos tan curiosas y necesitamos tanto sentirnos arropadas por un grupo, que internet nos ha proporcionado ese gran pedazo de mierda virtual en el que soltamos nuestros traumas y, por raros que resulten, siempre aparece uno que no solo los comparte, si no que los ha llevado a un nivel superior. Entonces respiramos hondo, apoyamos la cabeza contra la almohada y con una sonrisa en la cara susurramos: "puto friki..."
Y todo esto viene porque en un foro marica yanki, alguien con muchos problemas sentimentales plantea una duda que le corroe por dentro y no le deja hacerse la paja mañanera con tranquilidad: "¿cuáles son las cinco cosas sin las que no podemos vivir?". La pregunta es real, el foro es real y la página no la digo porque tiene un montonazo de respuestas y al parecer todos contestan muy seriamente, y no es plan de reirse uno abiertamente de los sentimientos de los demás. Así de estrangis es mejor, más acorde con el rollo oso en el que nos movemos.
Vamos a analizar las cinco opciones que he encontrado más curiosas, y aunque no lo creáis, se han votado por una mayoría nada desdeñable, así que venga, a echarnos unas risas.
1. Mi fé y espiritualidad.
Pues sí, señores, hay gente que no podría vivir en este mundo si le faltara su fé en la bondad de los desconocidos. Almodóvar está claro que ha hecho mucho daño al rollo gay. Pero ¿por qué la fé? O sea, le pido al Hacedor que el siguiente fin de semana me tire al gordo de mis sueños y como soy un feto de mierda y me escupe a la cara, ya pierdo la fé. Y me muero, porque como no puedo vivir sin fé...
¿Y sin espiritualidad? ¿No se puede vivir sin espiritualidad? Porque cuando esta gente están en la cama empotrando a otro contra la pared y desconchándola, no creo que piensen mucho en la espiritualidad del momento...
2. Compasión.
Pues vale. Vivimos en un mundo tan compasivo ¿verdad? No vayamos a perder la compasión, que nos da algo. Vamos, si es que todos los mendigos están diciendo a la gente que le dejen de echar billetes de cien euros porque el chófer le está viendo y le va a tener que subir el sueldo.
Los cepillos de las iglesias ya no son cepillos, son carros de carrefour porque las cuatro viejas que van a pasar el rato después del Sálvame se dejan media paga.
¡Estamos en un mundo tan compasivo y dadivoso que yo no sé qué haría si perdiese la compasión!
3. Los ángeles que me acompañan las 24 h del día.
En esta respuesta admito que me empecé a rayar un poco. Me imaginaba a toda esta gente sentada en una iglesia evangelista con coro de gospel y negrata con un micro en la mano cantando ¡aleluya! y mierdas así, con los ojos cerrados en éxtasis como Teresa de Jesús, y con los ángeles que les acompañan las 24 h del día gritándoles al oído que se vayan a sus casas a pegarse una ducha, que con tanto brazo levantado, en esa casa sagrada apesta a sobaquera cantidad.
Que no te digo yo que si los ángeles con así gorditos y te hacen mamadas y tal, no te resulte agradable su compañía, pero vamos, que yo no lo acabo de ver claro...
4. La salsa de queso de Paul Newman.
Cuando leí esta respuesta me alegré, la verdad. Por fin alguien cuerdo en este mundo. Al menos alguien valora realmente los placeres de la vida, y como el Sr. Newman se llevó un óscar por la mierdera "El color del dinero" en vez de habérselo dado por "El buscavidas", y hace una salsa de queso que vete tú a saber qué le meterán, como es tu ídolo pues se la echas a las hamburguesas y aunque sepa a mierda tú te la comes porque es de Paul Newman.
Los herederos de Paul agradecen la fé que sus fanes ponen en el sabor de sus salsas.
5. Oxígeno.
Ya echaba de menos al gracioso de turno que sabía que elegiría el O2. Me gustaría la opción, si no fuera porque para respirar tan preciado elemento hacen falta fosas nasales, y seguro que los angelitos que le acompañan las 24 h del día se las estarían tapando para terminar de una vez por todas con este martirio y que se fuera a bendecir a San Pedro con tan fino humor.
Si estamos de acuerdo en el que el oxígeno nos mola y es súper importante, pero lo fundamental es al nacer, que no falte al nacer, que una vez superado ese bache ya da igual, el mal está hecho...

Y hasta aquí os puedo contar. Gracias a este tipo de encuestas mucha gente se siente más compasiva y oxigenada, y duermen mejor y se sienten menos solas al comprobar que sus pensamientos son compartidos por muchos.
Y sobre todo, se sienten felices porque saben que una ensalada con la salsa de queso de Paul Newman, te llena de fé.

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