27 sept 2017

Solo o con cuatro, siempre pasas un buen rato.

"A ver con quién voy a follar hoy, digooo jugar, jugar."
Hace unas semanas quedé con un gordito y me dijo: "¿Por qué no te vienes a mi casa y jugamos?". ¿Jugamos? dije yo extrañado. Otro acomplejado que tiene que darle un componente infantil al sexo para quitarle lo sucio que tiene el comer rabos o meterlos por el culo. Total que me lo pensé mejor y preferí quedarme en mi casa disfrutando de mi suciedad antes que encontrarme a un tío en bolas con un peluche entre las piernas.

El peluche se lo quedó el que vino el otro día, pero tu puedes metérmela igualmente.

Y es que explorar tu cuerpo en soledad tiene sus ventajas. No te importa que tu falo tenga esmegma, te puedes coger ese consolador que dices a todo el mundo es de tu novio pasivo, y puedes limpiarte la corrida con los calzoncillos que llevas puesto dos días seguidos.

"A ver tío, que vamos a follar, pa qué te tapas, no me seas ridículo..."
Sin embargo estar con alguien también es gratificante. Piel contra piel, gemidos excitantes y un compañero que desea tu ser, básicamente porque eres el hombre más disponible que se encuentra junto a él en esa habitación, y aunque te huelan los pies o los testis apesten a choto, tu partenaire se queda ahí por lo menos hasta que se corra. Es lo que tiene el one to one, que no hay escapatoria sobre todo si no has catado macho en mucho tiempo.

"Chacha, ¿qué hacemos con esta mierda? Miramos otra vez en tinder ¿no?"
Los tríos son otra buena opción para "jugar". Eso sí, tened en cuenta que alguien se va a quedar de pico. Siempre. Y por mucho que los otros dos estén dándolo todo en el teto y uno de ellos haga como que le chupa el pene al tercero al ritmo de las embestidas del activo, no os engañeís, ese pobre hombrecito que está ahí gimiendo y flipando con las vistas, es lo único que va a hacer, paripé. También es conveniente que en el caso de que todos os gustéis, al menos uno de los intervinientes sea versátil, por la cosa de darle variedad al asunto. Los trenecitos en estos casos son muy socorridos.

"Ya hemos follado entre nosotros, ¿lo oís? Entre no-so-tros. Ahora firmadnos, ¡perras!"
Y ya si sois muy viciosos y os mola el rollo multitudinario, os podéis atrever con cuartetos, donde si te aburres de que tu pareja de baile solo te haga el misionero, pues te acercas a los otros y con la  tontería le endosas al que no entiende que el sexo es para pasárselo bien a otro. O directamente lo ignoras, que tampoco pasa nada porque alguien mendigue cariño mientras los demás disfrutan de la vida. Además, cuatro es un número perfecto para después del coito hacer un selfie y colgarlo en instagram. Das imagen de tener un montón de follamigos y una vida sexual plena, y queda como cool y travieso.

Gente cool y traviesa al mismo tiempo.
De todas formas a mí es que estas modernidades no me van. Yo prefiero lo básico, lo sencillito. ¿Que te encuentras a un actor por la calle, te tira los tejos y te lo subes a la habitación para tirártelo? pues se hace y no pasa nada. ¿Que luego se ducha con tu esponja y te ofrece una rayita? pues se le dice muy educadamente que uno viene de una familia bien y que esas cosas no te las permite el Hacedor, y todos tan amigos.
Y si al final no encuentras nada que se ajuste a tus tonterías, una pajita en soledad es muy bonito. Y muy básico. Y luego no tienes que lavar las sábanas, con el trabajo que da eso.
"Quita quita voy a lavar yo los cagados de nadie..."

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