28 may 2019

Open relationships

Ser pareja abierta mola. Bueno, a veces.
Por regla general, y basándome en estudios estadísticos de la universidad de Wisconsin, las parejas jóvenes suelen abrir la relación a los dos años, el tiempo suficiente como para echar tres quiquis al día y secar a tu pareja. Luego están los típicos ositos guais que se echan novio para abrir las puertas del folleteo universal a los dos días. Con eso se consiguen dos cosas: chulear de que tienes novio, y lo más importante, conseguir amantes. Porque si hay algo que resulte irresistible en el rollo oso, es tirarte a un tío que esté emparejado.
También existen las parejas hiper monógamas que se tiran siglos comiendo el mismo plato de lentejas a la riojana, hasta que uno de los dos suelta lo que el otro está deseando escuchar desde que sacar los calzoncillos cagados de su querido esposo del cesto de la ropa ya no resulta tan excitante como antaño: "Oye ¿y si abrimos un día la pareja?". La respuesta suele ser alguna de estas opciones:

-Oye, pues casi que sí ¿no?
-Un día... o dos, hijo mío, que hay que dar oportunidades...
-Bueno, ya que insistes...

Y yo creo que un cuarto grupo estaría englobado por esos chicos monos que están muy buenos y que piensan que se les está yendo la juventud, y necesitan explorar nuevos continentes antes de que se les pase el arroz. El caso es que abrir la pareja mola, pero no siempre.
Si por un casual surge la posibilidad de enrollaros con un osazo, a la salida de un after, y estáis alojados en un hotel, os recomiendo que seáis previsores y llevéis una esponja de más, porque algunas personas se pasan de limpias y de descocadas, y al subirlo a la habitación puede que quiera cagar y utilice vuestra esponja en forma de corazoncito para limpiarse el jopo. Y que sí, que se agradece el gesto, pero por lo menos que quien lo haga sea un actor gordo o algo, que no sé a cuánto estará la cotización de esponja cagada de actor bear famoso en amazon, pero oye, algún friki lo querrá, vamos, digo yo.
Que si tenéis casa propia con habitación de invitados, o una de estas mierdas que venden en las teletiendas y que se hinchan y que no valen para nada, pues mejor todavía. O bueno, tampoco es tan guay. Me explico.
Tienes que reforzar la cama, porque cuatro focas en dos metros cuadrados, tú dirás. Si les da por hacerse los interesantes, se te corren en la cara pero claro, como no hay puntería, a repasar la pared. La vaselina como no es suya, se untan la polla como si no hubiera un mañana, y entre el sudor y lo que no es sudor, al saltar encima tuya hacen efecto slide y si no tienes cuidado se salen por la ventana. A parte de la comida, que parece que se han tirado dos meses sin llevarse un mendrugo a la boca y te preguntas si vienen a follar o a pillar reservas para el invierno.
Pero oye, que fluya el amor libre, y paz para todos, y no a la guerra y tal. Que ser pareja abierta es muy bonito, que hay que repartir amor y fluidos corporales, que en el s. XXI lo que se lleva es el poliamor, y que lo que se vayan a comer los gusanos, que lo disfruten los humanos.

2 comentarios:

  1. Y tu,eres de pareja abierta?

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    1. Yo soy muy de que las parejas se abran si vas a poder chulear de que se han tirado a un tío bueno en instagram, si no es perder el tiempo :-P

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